La artista oriunda de Barcelona había perdido la memoria. A sus 82 años ya no trabajaba en sus creaciones. Falleció el pasado 25 de diciembre dejando en su legado un trabajo individualista, en algún momento surrealista, siguiendo las líneas de la figura humana, materializada en gesticulaciones intensas, melancólicas y a momentos duras. Los fondos envolventes le acompañaron siempre, al igual que su intensa paleta de colores. Trabajó la pintura flirteando con el idealismo sin llegar a condensarlo ni a manifestarlo.
Catalana, hija de Josep Gudiol Ricart, historiador del arte catalán. Alumna el taller de Ramon Rogent. Dibujante sutil y meticulosa, ganadora del premio Ynglada-Guillot de 1960 y elegida miembro numerario en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi en1980. Que en paz descanse.
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