El 23 de octubre se inició la X Bienal del Mercosur, en Porto Alegre, en medio de polémicas y una importante reducción de presupuestos, lo que produjo que menos artistas participaran de esta bienal.
En medio de la crisis económica que afecta a Brasil, la semana pasada se llevó a cabo la apertura de la décima versión de la Bienal del Mercosur, en Porto Alegre, con el lema Mensajes de una nueva América.
El 29 de julio se anunció el listado de artistas que participarían de la bienal: más de 400 artistas y 700 obras –actualmente se lleva acabo con 646–, tanto modernas como contemporáneas, de toda América Latina. Sin embargo, el anuncio se realizó a pesar de no tener definido el financiamiento del transporte y seguros de las obras que viajarían a Brasil, además de un importante corte presupuestario: pasó de 13 millones de reales a 6,5 millones.
El 21 de septiembre la Bienal realizó un segundo anuncio: sólo se incluirían obras de países que contaran con patrocinios privados o financiamiento de los gobiernos de origen, lo cual restringió la participación de artistas y países que ya habían sido confirmados, ya que sólo se consiguió patrocinio para México, Paraguay, Perú, Ecuador y Bolivia.
Todo esto provocó la postergación de la fecha de apertura de la Bienal, que en una primera instancia sería el 8 de octubre, además de la renuncia de tres curadores asistentes, entre ellos Ramón Castillo, de Chile.