Miguel Ángel Giovanetti | El arte debe llegar a todos

 “El arte ofrece una oportunidad invaluable donde lucho a diario por superarme y llegar a la gente”

 

A diez años de su regreso de USA, el artista geométrico argentino galardonado con el Primer Premio Nacional de Artes Visuales, nos recibe en el taller que comparte con su mujer, la artista Nora Giordano. Una escalera en espiral hacia la luz cenital – encriptada en su obra- invita a elevarnos para descubrirla, emergiendo multidimensional, entre diversidad de soportes y materias. Como alegoría a la creación y a la vida, Giovanetti explora cuerdas de universos, lúdicamente, ondulando miríadas de pentagramas en un continuum evolutivo, que, tras la sonoridad del papel plano que los resguarda, se develan, fragmentos en unidad vibrante, luminosa, sendero poco hollado y posible, hacia la perfección.

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Acuchillar al arte

¿Cuál es tu recuerdo primario con el arte?

En la niñez, cercano a mi madre y su trabajo de alta costura y sastrería para teatro. Mi padre murió joven, fui hijo único y el menor en una familia de inmigrantes y adultos, un observador solitario estimulado por ese universo creativo entre géneros, lápices y moldes. Ella percibió mi sensibilidad y me envió a un taller de dibujo y pintura que resignificó mi vida. Me brotaban ideas creativas que compartía a mi madre en su labor. A partir de allí, todo lo dibujaba.

¿Cuál fue tu formación?

Desde la adolescencia asistí con dedicación a cursos avanzados de arte y al Instituto de Directores de Arte (IDA), decidí estudiar Publicidad y Diseño. Obtuve una formación Universitaria en Diseño Gráfico y Textil. Trabajé dos décadas en Agencias de Publicidad y Diseño, y en paralelo, concurría a los talleres de los maestros Miguel Dávila y Héctor Giuffré.

¿Cómo definís tu expresión?

Pasé por etapas. Trabajo con la línea, que es realmente lo abstracto, como una señal. Mi dibujo marca otra geometría, dibujar sobre bastidor me posicionó en otro lugar.

¿Qué te inspira?

Siempre amé mi trabajo y lo vinculé al arte. Ese amor como diseñador, creando telas hasta 1985, permaneció en mi obra cuando dejé de diseñar a pedido. Pintaba geometrías como géneros, con esa impronta orgánica de haber sido gastados por el acontecer de la vida y el tiempo.

¿Cómo logras una obra tan minuciosa?

Es una labor delicada, soy disciplinado, prolijo en la producción y la manipulación. Trabajar en diseño me dio estructura y orden. Uso un tablero de arquitecto que rodeo, enfocado en la composición, y, sin bocetar, lanzo el trazo preciso, directo. Soy perfeccionista, consecuente, aspiro a la realización desde la acción creativa.

¿Y cómo es eso?

Ensamblo arte y exigencia superadora, trascendental, como oportunidad de elevación. Me levanto temprano, trabajo atento a lo que me rodea, conectado con el ambiente, con la música, variable como el clima, es todo un universo pulsante, como las veintiuna cuerdas de la Kora, ese híbrido entre arpa y laúd a manos de Ballake Sissokó vibrando junto al violonchelo de Vincent Segal, el Jazz, los Preludios de Lizt o un llamado telefónico. No me aíslo para dibujar.

En la Escuela Bauhaus, diseño y modo de vida eran lo mismo, el hombre era un ser integral. Así veo la vida, a través del arte, artista y persona, integrados.

¿Qué materiales eliges?

Respeto los materiales y su calidad, tomo contacto sensorial con ellos y la situación a la que invitan. Los papeles mandan, verbigracia, el papel Fabriano, más liso y amarillento, la opalina, los de grabado; acorde a ellos los intervengo con birome en gel, lápices, tintas, a color en pasta en espátula o pinceleta para geometrías “matéricas”. En USA también utilizaba acrílico diluido sobre film transparente para ploteos.

¿Cómo surge Proyecto Pentágono?

En mi regreso a Argentina, tras una década de haberme ido a vivir a USA, ya como artista reconocido facilitando mi circulación y producción desde Miami; expongo Geometrías en la Galería RO en el 2009. Luis Espinosa, artista visual y crítico fallecido el año pasado, cronista de Ramona, me entrevista entre varias notas que me hicieran, siendo la suya la que había logrado captar la esencia de mi obra. Elio Kapszuk me convoca a presentar un proyecto para el Centro Cultural Recoleta (CCR), y pensé en Luis, ya que él había estudiado filosofía además de artes visuales.

Cada encuentro de proyecto era de risas, nos moderábamos un poco cuando llegaba Raúl Santana, Crítico y poeta, ex Director del Museo de arte Moderno de Buenos Aires (MamBA). Nos complementábamos tan bien con Luis, que participamos de varios episodios del Programa de Radio de mi mujer, Arte y cultura para la salud (AyCS) en Radio Palermo.

Empezamos así un proyecto compartido desde la mirada filosófica sobre el universo y el Timeo de Platón, asociando elementos a figuras geométricas. Tomamos al dodecaedro, con sus caras pentagonales, como símbolo del universo; y al pentágono, de proporciones áureas, como unidad armónica, modelo de perfección.

Luis participó con collages sobre madera y textos poéticos en dos muestras con instalaciones en 2011, Universos paralelos en RO y Fragmentar el universo en el CCR, a partir de allí, él realizaría textos y prólogos de mis muestras, y yo la producción visual. Cuando Luis fallece en 2018, aunque extrañaba su amistad, él permaneció en mí y continué los proyectos en marcha. El año pasado expuse en Galería Van Riel la muestra individual Concepto Pentágono en su homenaje.

¿Qué recursos usas en esta serie?

Luego de lo filosófico, por mi perfil de diseñador tomamos al pentágono y al dodecaedro como elemento de diseño, un pretexto provocador y vivencial del proceso compositivo que lleva nueve años de evolución.

El pentágono, al ser de lado impar, ofrece dinamismo. Carezco de intención Madi y de reglas, combino medidas de lado, líneas negras que contienen, trazos que expanden, se trasladan, cambian de grosor o color, se unen, se esfuman, crean vacíos , efectos op, generan operaciones plásticas, collages o relieves; con el dibujo a lápiz y a lápiz color, protagonizando mis muestras e instalaciones desde 2014.

¿En que trabajas ahora?

Ondulo la obra y sus fragmentos en una sinuosidad que defino al momento de fotografiar y enmarcar, aúno lo real y virtual digitalizando la obra y editándola en videos que expondré en una muestra individual de dibujos y videos en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA) del 11 de Septiembre al 29 de Noviembre de 2020. Luego de participar en Arte Correo Internacional, en muestras colectivas en Miami y Portugal, y con los colectivos, Rosa Ladrillo de Chile, con Me llena el alma, y Periferia para Art@Work y Farside Gallery, continúo en mi rol de curador, dando clínicas y charlas, las más cercanas han sido sobre visiones del dibujo contemporáneo.

¿Cómo eres como docente?

Soy exigente, acompaño el desarrollo de artistas con cierto recorrido, usualmente, arquitectos o diseñadores.

¿Cuál es tu anhelo entre el arte y lo social?

Al pensar en sociedades que han resuelto la pobreza, me gustaría que esa capacidad unitiva y facilitadora de resiliencia que ofrece el arte, induzca a superarnos, hacia un modelo Bauhausiano, simbólicamente, como hacia un Nirvana traducido en una sociedad integrada, más armónica y elevada hacia la realización.

Cuando expuse en el Palacio Nacional Da Ajuda de Lisboa, volví a constatar, desde el montaje, que la obra alcanza todos por igual, que es dable una integración espontánea de la diversidad a través la instancia artística, sin distinción ni elitismo.

El arte ofrece una oportunidad de transformación invaluable. Mi disciplina se vincula al anhelo constante de perfección por el cual brego cada día en superarme, para que lo que haga sea mejor y llegue a todos.

Miguel Ángel Giovanetti

Nació en Buenos Aires, Argentina, en noviembre de 1948. Entre 1999 y 2009 residió en USA. Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires.

Su obra se encuentra en Museos y Colecciones Públicas de USA en el MoMA, MOAFL, The Patricia & Philip Frost Art Museum, Lowe Art Museum, Bass Museum of Art y el MoLAA, y en el Stockhausen Museum, el Ludwin Museum, en Kunsthalle y en el Goethe Institut de Alemania. (Selección)

Poseen obras, colecciones privadas de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, Panamá, Perú, Puerto Rico y República Dominicana. (Selección).

Foto de portada: Cortesía de Pablo Jantus.

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