Pablo Zuñiga, director del Museo de Arte de las Américas de la Organización de los Estados Americanos, nos cuenta la misión de la institución, sus motivaciones y proyectos a futuro. Conoce el valor de AMA para la escena del arte latinoamericano.
AMA es el primer museo de arte moderno y contemporáneo de artistas de América Latina y el Caribe. Para Pablo, lo esencial es saber que los artistas de América Latina tuvieron su primera puerta a Estados Unidos a través de la unión panamericana, la OEA. Junto a esto, el trabajo que hizo el artista cubano José Gómez Sicre, el primer show de arte cubana del MoMA, fue abrirle la puerta a América Latina y el canon de arte latinoamericano se estableció a través de ese encuentro de artistas. Mientras que los embajadores se estaban reuniendo en el consejo permanente, los artistas se estaban reuniendo en la galería de arte, y es ahí donde empieza ese mensaje hoy perdido, pero que busca rescatar para la nueva generación: «La gente mayor tiene leve recuerdos de esto, pero nuestra generación no lo sabe y es algo de mucho valor.» explica Zuñiga y continúa: «El museo comienza como un programa de artes visuales en 1920. Los países traían, en el caso de Sudamérica, el embajador de Chile y Haití, grabados a exponer en el edificio principal. Pero no fue hasta que José Gómez Sicre empezó su trabajo como galerista en los años 40, y cuando él ya había logrado tener una colección de más de 300 piezas, que el consejo permanente de la OEA, en 1976, decreta la creación del museo de arte moderno de América Latina. Eso unos años después se convierte en el Museo de arte de Las Américas, con una visión inter-americana: la integración de América Latina en el hemisferio junto a Canadá, E.E.U.U y los países del sistema del Caribe».
¿Cuántas piezas componen la colección? ¿Hay una permanente?
Sí, la colección actual, que comenzó Sicre, tiene más de 2.000 piezas y el programa es el mismo que tenía desde su inicio: Exposiciones temporales. Lo que hacemos hoy es enfocarnos en esa joya de la exposición permanente, por lo tanto en el segundo piso del museo siempre vas a encontrar una obra de la colección permanente. Tenemos un Matta que no se ha visto en muchos años, junto a un Fernando de Szyszlo, que se pinta en el ’59, a la par de un Armando Morales, de la serie Guerrillero Muerto del ’92, emblemático respecto de lo que está sucediendo hoy en Nicaragua.
En marzo viene la exposición de Wendy Nanan, la primera exposición de una mujer de Trinidad y Tobago que se hace en el museo. Lo que estamos viendo para el 2021 es una exposición con la fundación de Carlos Cruz-Diez, para exponer, no solo las obras del maestro, sino también de su taller, de los artistas en Panamá. Va a ser algo realmente espectacular.
¿Cómo se conforma el comité que selecciona estas exposiciones temporales?
Los artistas pueden aplicar a través de la página web. El comité de selección está compuesto por un grupo de expertos fuera de la OEA, fuera del museo, que incluye, por ejemplo, a Carmen Ramos. La idea es que el comité sea un filtro de lo que podría ser una organización política, de imponer algún tipo de exposición. Cuando hay imposiciones siempre hay un otros espacios porque el edificio principal aún se usa como galería, entonces los países pueden traer exposiciones sin que sean seleccionados por el museo para ese espacio.
¿Hay otro espacio además del edificio principal?
Sí, el edificio principal de la OEA es el emblemático, uno de los clásicos construidos en 1910 por un joven arquitecto francés que diseñó un espacio para que los embajadores se sientan a gusto mientras pelean (comenta entre risas). Es un edifico lindísimo, es más, si ves el museo en la página web es un edificio también clásico, más pequeño, porque era la residencia del director general de la unión panamericana. El museo es parte de la cazona y en el edificio principal se expone también. En el edificio de la secretaria general tenemos f street gallery, donde Fabián González cura las exposiciones de fotografía. Él identifica, a través de sus viajes a shows de fotografía, fotógrafos para luego curar exposiciones emblemáticas en base a los 4 pilares de la OEA: Democracia, derechos humanos, desarrollo y seguridad. Él identifica fotógrafos que tienen cosas en común, por ejemplo, la exposición actual de Vicente González Mímica, de Punta Arenas, Chile, es una de ellas.
¿Cómo llegaron a tener una galería de fotografía?
P: Es una iniciativa importante de Fabián, pero la fotografía siempre formó parte de las exposiciones, como cuando Bélgica Rodríguez, una de las pioneras del museo junto a Lydia Bendersky, hicieron una exposición muy importante en 1990, un resumen de fotografía. Ahí fue cuando entró la fotografía a la colección permanente, donde Fabián, durante los últimos años, ha coordinado ese trabajo. Lo que estamos haciendo con la fotografía es como lo que hizo José Gómez Sicre al comienzo, porque al comienzo no era museo, era galería de venta.
¿Y ahora en qué están? ¿Cuáles son sus temas de mayor interés?
Para nosotros, en este momento, es crear comunidad. La colección permanente, una joya de 2.000 piezas, sin comunidad no existe. Está guardada en una bodega que quizá la ven 3 personas por semana, entonces lo que hay que hacer es crear una comunidad que se beneficie de la obra, eso es lo estamos haciendo, estamos usando la colección como identidad para una nueva generación de americanos del hemisferio, con raíces en los diferentes países, para que pueden citar el comienzo del arte de su país en nuestra colección permanente.
Yo mencioné a Armando Morales de Nicaragua… Cuántos nicaragüenses hay en los Estados Unidos que sufren de discriminación. Para mi es importante que ellos se sientan orgullosos de la raíz que tienen del arte moderno, que normalmente no se destaca. Los artistas y la comunidad de Centro América deberían sentirse orgulloso del arte que tenemos, que tienen ellos y no lo saben.
Queremos crear diferentes sectores: los beneficiados y luego los que se pueden beneficiar, es decir, cuando ya tienes una comunidad que se siente parte del museo es cuando las cosas son mas fáciles para recaudar fondos, porque al fin y al cabo el museo es un departamento muy pequeño de la organización de Estados Americanos, que pocos recursos tiene para poder hacer todo. Estamos en ese trabajo, es un trabajo de hormiga, requiere que uno dedique tiempo con cariño y pasión para que otros hagan lo mismo. Hoy, con el secretario general Luis Almagro, quien ha tenido un enfoque en la persona con su lema: «más derechos para más gente», se establece una relación de una organización internacional que ayuda a la persona, aunque es una organización de gobierno, al fin y al cabo, el gobierno está para servir al pueblo y a las personas, entonces el lema de Armando nos ha motivado, a mi persona, a dedicarle tiempo porque siento que el trabajo que vamos a hacer es para la gente.
¿Cómo resuelven el tema de la investigación?
Eso es muy importante, una de las riquezas más importantes que no he mencionado. Tenemos archivos desde los años 30 y muchos investigadores vienen al museo justamente para estudiarlos. Eso ha facilitado reuniones con universidades locales que están aprovechando el catálogo. Una de las cosas que hemos hecho es hacer el primer catálogo desde el último hecho por Marta Traba Taín hace 30 años. El catálogo es un instrumento de investigación y los expertos que han tenido relación con el museo estudiaron los archivos y cada uno hizo un debate para seleccionar las 100 piezas más emblemáticas. Entre ellos repartieron el trabajo de hacer la descripción de la obra y del artista, en inglés y español para que pueda haber más investigación.
Falta mucho pero estamos motivando a universidades y programas que lo hagan. De la Universidad de Maryland, la doctora Abigail McEwen ha traído ya varias veces a los alumnos, doctorados de arte, que han curado exposiciones. Con la exposiciones de Cruz-Diez hemos pedido que ellos vengan para hacer los labels y los textos de la exposición.