Entrevista a Las Tesis «la intervención o el problema que plantea es transversal»

Cuatro mujeres ensayando una coreografía con un grito de denuncia, repitiendo los pasos, encontrando el ritmo necesario para transmitir su mensaje. Una propuesta de obra corta, que se trunca por la movilización que remece a Chile. Una invitación a mostrar su arte en las calles. Una cámara, un video que se viraliza, una performance que recorre el país y pronto el mundo. Son Las Tesis presentando Un violador en tu camino, una intervención que habla de los problemas bajo la alfombra de una cultura que trasciende fronteras: la cultura dominada por del hombre. En entrevista para Arte Al Límite abordan el camino a la intervención y sus consecuencias.

«Que sea en masa permite también sentirse resguardada, acompañada en el colectivo, en este cuerpo colectivo que denota que es algo que nos ha pasado a muchas, si no a todas»

Las Tesis
Las Tesis

¿Por qué creen ustedes que los noticieros cambian el nombre de la performance por «El violador eres tú»?

Por un lado pensamos que, probablemente, sea por no asumir que esto es una crítica directa  a Carabineros de Chile, no asumir que se llama “Un violador en tu camino” haciendo alusión al lema muy famoso de “Un amigo en tu camino”, entonces así lo relativizan un poco, pero también pensamos que los medios internacionales no comprenden esa alusión y por eso termina llamándose “El violador eres tú”. Depende de qué medio es, en el caso de los medios nacionales probablemente sea, más bien, una estrategia para que pase piola, pero en el caso de los internacionales probablemente sea porque simplemente no comprenden esa alusión.

¿Cuál es para ustedes la diferencia entre presentar frente a comisarías y frente a cárceles?

En nuestro caso hemos presentado frente a comisarías interpelando directamente a Carabineros de Chile porque también esta intervención se la dedicamos especialmente a ellos, independiente de que nuestra investigación habla de la violación en general, esta intervención, dado el contexto y lo que ha sucedido en los últimos meses, fue la decisión de dedicárselo específicamente a ellos. Sabemos que va más allá de eso, pero claro, toma un sentido mucho más confrontacional del momento en que lo hacemos frente a una comisaría. Ahora, frente a una cárcel nunca lo hemos presentado, quizás hay grupos que lo han hecho, pero supongo que ahí se vincula más bien de otra manera, por ejemplo con los condenados por violación, aunque sabemos que son los mínimos de los casos de violación que se registran, y que además los casos de violación son muchos más que los que se denuncian; pero la verdad en cárceles no lo hemos hecho, entonces no podríamos opinar más al respecto.

¿De qué manera podría revisarse realizarse una de estas performance en un museo? ¿Conecta de algún modo con el arte visual?

-Creemos que uno de los objetivos de esta performance se cumple más en la calle que dentro de las paredes de un museo, pero respecto a todo lo que ha generado después, por ejemplo, todos estos mensajes que hay en Twitter de personas denunciando a través de la letra de la  canción, todos estos videos que hay, el material gráfico y audiovisual que se ha generado a partir de la intervención, sería un buen material para generar algo en un museo, o a través de las artes visuales o audiovisuales, o desde lo sonoro podría ser una instalación si es que la investigación fuera de cómo suenan estas voces en las ciudades, o algo por el estilo.

-Por ese lado, de todas maneras podría derivar en una vinculación más directa con el arte visual, pero claro, ahora siendo un colectivo interdisciplinario estamos vinculándonos mucho más con lo escénico en este caso particular, lo que no quita que lo que nosotras hacemos en general, nuestro otros trabajos, sí son diferentes y sí son más evidentemente interdisciplinarios, abarcan lo visual con el cuerpo, con lo sonoro, con el vestuario, de una manera más clara quizás.

¿Sirve el arte como denuncia o el arte como terapia?

Servir es una palabra un poco extraña porque es darle una funcionalidad, pero más que una funcionalidad una utilidad, como sirve o no sirve, en verdad a lo largo de la historia el arte se ha vinculado con las denuncias de distintos tipos porque dialoga con su contexto, de ahí que se ponga al servicio muchas veces de movimientos, demandas, que se transforme en ejercicios de resistencia también. A nivel de arte como terapia hay toda una gama dentro del arte que tiene que ver justamente con, desde mecanismos artísticos y expresivos, generar otras formas de terapia.

-Igual pensando el arte como un lenguaje que traduce, en este caso, una denuncia o un sentimiento o una necesidad de sanación, para muchas personas también cumple con las dos, con la denuncia y con la terapia, entendiéndolo como una forma de expresar, como un lenguaje, y para muchas personas es la forma en que trabajamos, en que nos comunicamos, y son las herramientas que tenemos para expresar lo que nos pasa o que vemos lo que duele también.

París, Barcelona, Ciudad de México, ¿Imaginaron el potencial internacional de su creación?

-No, no lo imaginamos.

-Todavía no dimensionamos la envergadura de todo esto, pero sí algo que queremos destacar es que la temática de la intervención o el problema que plantea es transversal, eso queda demostrado con tantas personas haciéndola en tantas partes diferentes, la transversalidad de la temática a las fronteras, a las edades, a los idiomas, a los niveles socioeconómicos, a todo, a la cultura en general, entonces eso es lo interesante, o bonito y lo preocupante al mismo tiempo, que la violencia hacia las mujeres y hacia las disidencias sea un tema abandonado por parte de la institucionalidad.

-Finalmente, e dado por sentado un poco, como si no fuera tema, y nos damos cuenta de que es tema para demasiadas personas.

¿Desde cuándo trabajan como colectivo y qué intervenciones previas tienen?

Trabajamos hace aproximadamente un año, previo  al mayo 2018, en que se forma este colectivo con la premisa de llevar contenidos de la teoría a la práctica, llevar teorías feministas a un dispositivo para múltiples audiencias. Esto quiere decir traducir contenidos, traducir las palabras de estos libros de teóricas feministas que mucha gente no se va a leer, a lo sonoro, lo visual, el vestuario, lo corporal, etc. Esto en conjunto sintetiza esta tesis y pueden finalmente estos contenidos, estas ideas, llegar a muchas más personas que, evidentemente, nunca imaginamos la cantidad de personas a las que íbamos a llegar con esta premisa. A partir de esta premisa nace el colectivo, que está compuesto de cuatro mujeres, las que somos: Sibila, Dafne, Paula Cometa y Lea, vinculadas a diversas disciplinas, artes escénicas, ciencias sociales, literatura, historia, diseño, diseño de vestuario vinculado también al territorio. O sea, son múltiples los lenguajes y campos disciplinarios que están articulados en este colectivo, y que cada una desde sus distintos lenguajes, disciplinas y materialidades trabaja en pos de esta tesis. La primera performance que generamos se basaba en torno al libro “El Calibán y la Bruja” de Silvia Federici, son puestas en escena en pequeño formato, de corta duración, no más de 15 minutos. La idea es que se puedan adaptar a distintos contextos y por lo mismo hemos mostrado en festivales de arte, teatro, congresos, instancias académicas en la cual hemos mostrado nuestro trabajo como si fuera una ponencia pero no haciendo una ponencia sino haciendo la performance, como otra forma de transmitir contenidos, ideas, instancias de todo tipo, fiestas electrónicas incluso. La idea es que sea así para que pueda adaptarse a estas distintas instancias y para llegar a distintos públicos, a distintas audiencias y por ende a distintas personas y que ojalá llegue gente que esté más alejada incluso de estas ideas. Ese es el primer trabajo que estuvimos presentado el año pasado y también este año luego trabajamos nuestra segunda tesis que está basada en el Mandato de violación de Rita Segato y también investigamos sobre el tema de las violaciones en general, distintos textos, documentales, videos, cifras tanto oficiales como no oficiales, y ahí nos dimos cuenta de que la realidad era bastante alarmante, que la cantidad de violaciones y abusos sexuales que ocurría en Chile eran altísimos que, en general, era sobre todo ejercido contra mujeres y disidencias también. Que el nivel de impunidad era altísimo porque las condenas alcanzaban apenas un 8% y que, en promedio, según las cifras no oficiales ocurre una violación cada 25 minutos en Chile, esa fue una de las cifras más alarmantes que encontramos. Luego, con todo este material estábamos preparando esta segunda puesta en escena en pequeño formato, que tampoco iba a ser de más de 15 minutos, pero que no estrenamos debido a este estallido social o levantamiento popular, como también le ha llamado nuestra compañera Paula, a partir de una convocatoria que se hace aquí en Valparaíso, de un grupo de artistas escénicos y escénicas, de hacer intervenciones en la calle, nos convocan para hacer una de estas intervenciones. Decidimos tomar la canción de esta puesta en escena que aún no se estrenaba y la convertimos en la intervención que ustedes ya conocen que es Un violador en tu camino.

¿Qué viene a futuro, cuándo estrenan la obra que originó esto?

-Esperamos hacerlo, no sabemos todavía cuándo, quizás sea durante enero, pero tenemos que reconsiderar una serie de factores porque la obra también ha mutado por todo esto que ha pasado.

-Por ahora estamos recopilando material, los registros audiovisuales que nos han mandado las personas de las distintas partes del mundo, también los testimonios, todo el material que se ha generado lo hemos tratado de recopilar para hacer un trabajo posterior con eso y seguir trabajando, ese es nuestro futuro.

¿Pensaron que podía surgir una nueva oleado de #Metoo con su performance, cómo ven esta fenómeno de denuncia?

-No, yo creo que eso también es algo que nunca imaginamos, tampoco hubiéramos pensado que a partir de “y la culpa no era mía, ni donde estaba, ni como vestía” iba a surgir otra oleada de denuncias, pero creemos que, claramente, era algo que era necesario que sucediera.

-Claramente habla de una necesidad de denunciar, una necesidad de “justicia” que no se puede obtener mediante la vía legal, sobre todo porque hay casos que son antiguos, que son desde la infancia, que ocurrieron hace años o que son recientes pero que de denunciarlos efectivamente no llegarían a ninguna condena. Entonces la denuncia para muchas personas es el único medio, pizca o sensación de justicia que se puede tener y que sea en masa permite también sentirse resguardada, acompañada en el colectivo en este cuerpo colectivo que denota que es algo que nos ha pasado a muchas, si no a todas.

¿Cómo han manejado las respuestas agresivas y/o amenazas que han tenido por esta performance?

(Risas) ignorar. Básicamente hemos ignorado los comentarios, de hecho no leemos todos los comentarios que nos dejan porque son muchos, ni los mensajes muchas veces que nos mandan tampoco damos abasto, somos solamente cuatro mujeres que hacemos un montón de otras cosas además de esto. De hecho yo creo que estamos trabajando sino dos, tres jornadas al día para poder dar abasto con todo esto que está sucediendo, con las entrevistas, con las preguntas, con los mensajes, entonces hay muchos que simplemente no los vemos, no nos enteramos, sobre todo con los que se nota que son mala onda, chao, ni siquiera nos molestamos en verlos.

Ahora, evidentemente sí hemos leído algunos, sí hemos visto algunos, y hemos decidido simplemente ignorarlos porque creemos que la mayoría de estos comentarios vienen de lugares muy básicos de personas que, por algún motivo, se están sintiendo atacadas y que tendrán que hacerse ver también porqué se sienten atacadas cuando nosotras decimos “el violador eres tú”, qué pasa ahí. Personas que además, lamentablemente, en su mayoría son hombres y que quizás por lo mismo –eso no lo sabemos, no lo comprendemos– tienen una incapacidad para guardar silencio. Simplemente, y como les molesta, necesitan decir algo, lo que sea, aunque sea una estupidez, porque en general son comentarios muy básicos que no tienen mayores argumentos y que simplemente son odio, son una transmisión de odio en la cual nos han deseado lo peor, han deseado que nos violen incluso. La verdad nosotras elegimos ignorar simplemente esos comentarios, no vamos a entrar a dialogar con estos seres que finalmente no son interlocutores válidos porque están movilizados por el odio y, en realidad, no por generar un debate a nivel de ideas, así que ahí los dejamos.

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