Sangría editora tiene en su haber Dos guiones de Diamela Eltit, libro que contiene dos obras breves y abrumadoras, como gran parte del trabajo de la reciente ganadora del Premio Nacional de Literatura. “La invitación, el instructivo” y “¿Quién viene con Nelson Torres?” son los dos textos de Eltit que presenta esta edición.
La invitación, el instructivo es el primer texto, que fue adaptado como obra visual por Lotty Rosenfeld.
“Me orino en la cama, me orino de pie, me orino en el agua.
Lo hago porque me gusta.
Me gusta tanto.”
Este inicio, lo da una mujer sin nombre, una mujer numerada, anónima, secuenciada. Torturada. La Mujer 1. La que no retiene pipí y tampoco quiere hacerlo. Ella dice que los trámites no le dejan tiempo. El hombre 1 le dice que nunca va a conseguir que le vaya bien con sus trámites. Pero ella insiste, “no quiero que nadie se atreva a decir nunca más que no los mataron”. Ahí está el negacionismo que tanto se ha mencionado los últimos meses en la discusión de legislar o no la negación de crímenes de lesa humanidad. Eltit escribió el guion en el año 2000, luego Rosenfeld realizó la adaptación a pieza audiovisual en 2007, y este libro se publicó en 2017. Que el texto ya sea “mayor de edad” demuestra que la literatura va más rápido que la realidad nacional.
El Hombre 1 le reconoce a la Mujer 1 que los ladridos de los perros no lo dejan dormir por la noche, pero ya se cansó de hacer trámites. Y luego dice? “Tienen que asistir a la comida porque di sus nombres, ¿qué más podía hacer? Me sacaron los nombres desde el fondo de la boca” dice la Mujer 2. Nos encontramos nuevamente con una mujer que perdió el nombre, a la que le fue quitada su identidad. La frase es una muestra de la abrumadora poesía que se presenta en todo el texto de Eltit. Son 90 páginas cargadas de significados que hacen que una lectura que podría ser rápida sea, en realidad, pausada. Hay que parar, detenerse para sentir las significaciones de frases tales como: “me sacaron los nombres”. Y de esta manera, el sonido de la voz que está leyendo dentro de la cabeza repite reiteradamente la frase. La mirada se pierde mientras la mente busca sentidos. Es la mejor forma de leer. La más disfrutada.
¿Se acuerda usted de lo que nos recordó Baradit sobre Ingrid Olderock?
Es así como deben asistir a una comida llena de oficiales, obligadamente porque la Mujer 2 no se cansa de dar nombres. De entregar aquello tan sagrado hace años atrás. Se sienten traicionados y los perros no paran de ladrar. Eso les molesta, ya que están en un lugar incómodo, “algo así como una bodega”. Hay pocas cosas escritas de significantes precisos, pero muchas de significados ineludibles. ¿Se acuerda usted de lo que nos recordó Baradit sobre Ingrid Olderock? La Mujer de los Perros ¿Entiende porque los ladridos de perros por las noches no dejan dormir al Hombre 1?
La discusión más fuerte ocurrirá luego, con la Mujer 3, que los acusa de envidiarla porque a ella sí le reconocieron el muerto. Eso queda para quienes lean el libro.
¿Quién viene con Nelson Torres? Es el segundo guion que trae la publicación.
Fragmentos. Cortes. Proyecciones de palabras. Vacíos. “Empecé a trajinar yo y le encontré una bolsa de neoprén”, dice la madre de Nelson. Su relato se interrumpe por otras tomas, vistazos de saqueos, ecografías y un striptease. Es, desde su concepción, un guion, un texto de lenguaje audiovisual concebido de forma escrita. Se comprende perfectamente, y lo que no alcanza a figurarse termina por hacer sentido al ver los fotogramas referenciales adicionados al final del escrito.
“Toma de los pies en el agua, barrigas de las embarazadas, fragmentos de ecografías en montaje fuerte, violento, intenso”
En el mismo espacio, la actriz Carola Mujica lee citas del escritor Peter Handke, cripticas referencias que fraccionan el relato de la madre de Nelson. Nelson que tienen la cabeza en las nubes, allá donde ve a los Picapiedras gracias al neoprén y sus propiedades alucinógenas. Yabba dabba doo.
Y mientras el neoprén colma su mente, hay una madre de escasos recursos que busca ayuda para la adicción de su hijo en el sistema público de salud. No es necesario decir nada más para saber cómo termina la trágica historia. Corte. Striptease. Saqueos. La madre de Nelson. El destino trágico. Un guion como drama griego. El nombre de Diamela Eltit escrito en rojo sangre en la portada. Espacio para pensar en el determinismo, en la resistencia de la madre de Nelson. ¿Quién viene con el adicto? ¿Quién sino la madre?
Dos guiones escuetos, largos ratos de reflexiones.