Christine Clement dedica su vida al arte, tanto en la producción de obras como en la investigación del campo y la gestión de su propia galería. Ella vive para el arte que a su vez, es el motor de su propia vida.
Christine es Argentina, pero hace 18 años vive en Chile. El arte siempre ha estado presente en su vida ya que su padre era pintor aficionado. Estudió diseño gráfico en la Universidad de Belgrano en Buenos Aires y artes visuales en la Universidad Panamericana. Al casarse, debió irse a vivir un tiempo a Nueva York, donde aprovechó para realizar un magister en Marketing, que la Universidad de Oxford estaba impartiendo en esa ciudad. Al llegar a Chile, realizó el diplomado de arte en la Pontificia Universidad Católica y, en el año 2000, decidió irse a Madrid a estudiar Curaduría. A su regreso, abrió la galería Atelier4 en Santiago de Chile, que maneja desde entonces. Ella es parte de Global Art Group y organizadora de Artweek Santiago. La labor artística de Christine se divide entre aquello que ella produce como artista y lo que ayuda a los demás creadores a obtener su singularidad.
Desde hace tiempo Christine se dedica a estudiar todo lo referente a las culturas Mapuche, Inca, Aymara, Quechua, entre otras civilizaciones y su arte. Este conocimiento dio origen a su serie Contacto Andino que ya tiene más de 400 obras realizadas, donde produce una mezcla entre el arte aborigen y el contemporáneo. Es allí donde realmente sintió que algo propio se había gestado y era el resultado de tantos años de trabajo y estudios multidisciplinares. Si bien Christine es de nacionalidad Argentino-francesa y no tiene un contacto directo con estas sociedades, su curiosidad la llevó a investigar, a informarse y como ella relata “a aportar un granito de arena en este arte milenario que se está perdiendo”, señala. Sus obras adquieren un aura mágica que enamora a los espectadores que las contemplan en vivo, un contacto espiritual que proviene de su interior al realizar cada pieza y perdura en el lienzo exhibido.
Por su parte, Christine cuenta con otra gran cantidad de obras, cuyas temáticas están relacionadas a la naturaleza. Los colores tierra, los verdes, los naranjas predominan. Su aporte al mundo cultural intenta rescatar lo bello que hay en las tierras que habita desde su propia cosmovisión. Ella encuentra lo lejano, lo bello como fuente de inspiración primordial. La obra de esta artista ha sido y continúa siendo muy bien recibida no solo por especialistas del arte sino también por los espectadores. Ha obtenido grandes premios como el 6to lugar de la Bienal de Florencia y tiene permanentemente grandes proyectos que llevan su obra a distintas partes del mundo.
Motor de vida
El arte es lo que le apasiona desde pequeña y es aquello que la construye como mujer, como madre, como esposa, como artista y profesional. En palabras de Oscar Wilde “El arte no es algo que se pueda tomar y dejar. Es necesario para vivir”. Y así lo es en la vida de esta artista argentina que constantemente está produciendo obras e investigando y reflexionando en el campo del arte.
Clement admite que su obra ha ido cambiando y creciendo al ritmo de su propia vida. Ha acompañado las etapas, evoluciones, involuciones a lo largo del tiempo. El arte forma parte de ella, está presente de diversos modos en todo aquello que le acontece, que decide. Por ello, cada acontecimiento que la ha afectado se ha visto plasmado en el lienzo producido ya que en conclusión, “es tu propia vida reflejada, uno al pintar una obra deja un pedacito de alma en ella”, admite.