Massimo Uberti trabaja con luz. La casa, sus espacios, la delimitación natural que separa el espacio ajeno del propio. Aquel lugar que trabaja el cerebro para crear su lugar y dejar su huella se encuentran demarcadas en el espacio, tal cual como van surgiendo por tubos de neón, por un lápiz de trazo fulminante que depara al futuro una previsión tridimensional de la ocupación de un espacio y su forma.
Sus instalaciones juegan con ello. El conceptualismo y lo minimal para sugerir una idea, da forma a espacios amplios, grandes entre una y otra línea que conversan entre ellas y debaten sobre una posibilidad física en la mente humana, sugieren sin concretar, alimentan la conciencia e imaginación. La casa vacía pronto se llena, la escalera al cielo pronto se inaugura y se sube, la luz blanca de la virginidad del espacio, pronto pierde su limpieza por el uso, por la llegada de los habitantes.

Massimo Uberti
Massimo Uberti