Perú | Instalación | Daniel Barclay

Y la descomposición del cotidiano

Desde lo crítico y lo experimental Daniel Barclay asume el cubismo deconstructivista como una abstracción en el contexto contemporáneo, componiendo y rearticulando –ya sea desde la pintura, la fotografía o la performance– cierto imaginario latinoamericano que ronda de ciudad en ciudad.

Nacido en Lima, pero radicado en Brasil, Barclay ha explorado con su propuesta distintos lenguajes e imaginarios que se remiten a la cuestión social pero también a lo experimental, entrelazando críticas al cotidiano que retuercen el presente con reflexiones descompuestas de su propia visión de mundo y contexto latinoamericano.

En Ensayos sobre el amor, su trabajo en la residencia INside Out y Bambaísmo, ha plasmado distintas estrategias visuales adentrándose en las complejidades geométricas para encapsular descomposiciones de imaginarios: “Creo que mi obra tiene un parentesco con eso que se denomina cubismo deconstructivista. Me interesa explorar la abstracción dentro de un contexto contemporáneo, pues uno puede citar e influenciarse, pero no puede producir algo que es producto de otro tiempo, pues eso ya pasó y la sensibilidad histórica es otra. La deconstrucción, quizás está presente en la fragmentación de las imágenes que utilizo, en un acercamiento irregular a la geometría y en la imperfección de las formas”, explica.

En estos trabajos, el artista tensiona ciertas ideas que tienen que ver con la cartografía y la geografía, abordando desde la abstracción, ciertos conceptos propios de la posmodernidad. Esta relación entre geografía y cartografía aparece en la obra de Barclay de forma más presente cuando se establece en Sao Paulo, en el contexto de una residencia artística donde explora el tema de la identidad y el territorio. En ellas el elemento cartográfico fue utilizado no como un fin en sí, sino como una excusa para hablar del espacio común. En dos exposiciones el tema del espacio estuvo presente como tema central de la dicotomía cuerpo-espacio: una en Sao Paulo que realizó en un hotel, denominada No vacancia, espacio ocupado y luego en Lima, con la galería Revolver curada por Paula Borgui, con la obra titulada Estratificaciones culturales, donde trabajó sobre estas tensiones alrededor de la construcción de territorios y de la generación de símbolos que nos identifican, en un contexto latinoamericano: “En esta época comencé a producir la serie de obras ‘espacio ocupado’ donde replanteé la relación entre el espacio y el cuerpo de forma horizontal. En ella trabajé una geometría hecha por el trazo de la mano directamente sobre la tela del reverso del bastidor, resultando en una imperfección en las formas producidas. Cuando realizaba ese trabajo pensé un poco en el anonimato de las personas en una megalópolis, y cómo funciona en este tipo de ciudad la relación cuerpo-espacio. En ese sentido mi estadía en Sao Paulo influencio mi forma de trabajar”, cuenta.

Lo postmodernista –a nivel conceptual– se refleja en su forma de apropiarse de los objetos, tratando al “cuadro” como tal. En el caso de Barclay la abstracción y la experimentación nacieron desde la génesis de cuestionar la pintura, replanteando la forma y los lenguajes. En su trabajo Novos Trópicos, Barclay inserta láminas de papel y papel aluminio pintándolas con yeso, en una alegoría a los mapas cutáneos. “Era una cartografía tridimensional donde el papel aluminio estaba sujetado a unas palmeras. Creo que lo macro y lo micro en ese sentido se refieren a las relaciones entre el espacio personal y el espacio geográfico, ambos presentes en esa obra. Las relaciones entre estos dos forman la propia impresión de lo que es un territorio. También me llamaba la atención la relación entre las banderas y los espacios geográficos, como una abstracción de una idea, algo que pretende aglomerar muchas cosas en una sola forma”. En la exposición Estratificaciones culturales, Barclay produce una serie de estructuras relacionadas a la construcción de imaginarios, como unas cartografías espaciales. Los libros, las mesas, las formas como objeto, comenzaron a aparecer a partir de estas indagaciones, y así en una pieza llamada Bandera Múltiplo, trabajó con la idea de múltiples interpretaciones de una misma bandera: “Mi trabajo con las banderas era una forma de abrir la lectura del territorio y desdoblarla, ampliando el sentido de lo que estos códigos “nacionales” quieren representar.

Lo latino y lo contemporáneo son dos conceptos, sociales y contextuales que son utilizados por el artista para hablar desde la geometría de ideas y problemáticas que dialogan con el imaginario actual, mezclando elementos entre lo conceptual y lo pictórico. El trabajo de Barclay contrapone la forma para buscar y construir nuevas ideas de cultura. Su propuesta recrea formas de museología más relacionadas a los mercados y a las reproducciones de bajo costo, haciendo un display de estas reproducciones: “Creo que me interesa pensar escenarios posibles y alternativos a los ya delimitados. En cuanto a lo contemporáneo en mi trabajo quizás también está presente en la forma de cómo abordo la pintura donde utilizo bastante el revés de los bastidores, para pensar en la imagen detrás de la imagen y en una calidad objetual del lienzo”.

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