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Bienal de Artes Mediales | El Arte con diálogos abiertos

By 26 de octubre de 2015septiembre 12th, 2024No Comments

Estuvimos recorriendo la exposición de la Bienal de Artes Mediales (BAM) que se encontraba en las salas del Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo. Obras de artistas nacionales e internacionales que invitaron a experimentar en las salas de ambos museos.

Imágenes cortesía del Museo Nacional de Bellas Artes.

La 12° edición de la Bienal de Artes Mediales trajo consigo el título Hablar en Lenguas. Una referencia al relato de la historia de la Torre de Babel presente en la Biblia y que busca generar un diálogo entre las obras y el público. Las Artes Mediales son, desde mediados del siglo XX, una de las plataformas más novedosas y contingentes del mundo del arte, concentrando en sus manifestaciones referentes, técnicas y medios desde diferentes frentes. Permiten al público relacionarse con las obras desde planos muy diversos, consiguiendo con ellas reacciones y experiencias estéticas jamás alcanzadas con las técnicas tradicionales del arte. Hablar en Lenguas también implica generar un diálogo abierto entre artistas, teóricos y público, creando instancias de conversación y charlas destinadas a comprender mejor esta forma de hacer arte. Para el curador de esta Bienal, Enrique Rivera, la importancia de este tipo de eventos consiste en abrirles a los artistas una vitrina para que exhiban sus obras, y brindarle al público la oportunidad de conocer nuevos lenguajes en el arte contemporáneo.

Dual interacción. © Benjamín Ossa. Foto: Jorge Losse

Dual interacción. © Benjamín Ossa. Foto: Jorge Losse

En la sala Matta del Museo de Bellas Artes se encuentran las obras seleccionadas de la Japan Media Arts Festival, con una variedad de propuestas de artistas de Japón, Estados Unidos, Holanda, Rusia, entre otros. Esta es posiblemente el espacio con mayor diversidad de obras y experiencias, y que grafica el estado actual de las Artes Mediales en el mundo: conciertos hechos por medio de softwares computacionales (Fukushima Satoshi), arte por medio de satélites (Kubota Akishiro), la aplicación de Pixel Drifter (Dmitry Krotevich), y la propuesta interactiva de Temps mort/Idle times dinner scene (Alex Verhaest) que invita al espectador a conversar con los personajes surrealistas que se encuentran dentro de una pantalla, una de las propuestas más populares dentro de la exposición.

En el primer piso del MNBA podemos encontrar las obras de los exponentes más relevantes de las Artes Mediales de Chile, no sólo contemporáneos, sino que también de artistas reconocidos como Juan Downey y Eugenio Dittborn. Este espacio es posiblemente el más importante de toda la Bienal, ya que le permite al público conocer y admirar el trabajo de artistas nacionales, dándole un espacio de importancia a la producción nacional. No sólo es una vitrina para artistas, pero también se ha pensado como una oportunidad de diálogo, donde se destaca el sinnúmero de lenguajes presentes en el arte contemporáneo –en el que confluyen investigaciones entre el lenguaje, la tecnología, el arte, las ciencias.

El Crusoe, Eugenio Dittborn.

El Crusoe, Eugenio Dittborn.

La BAM también cuenta con actividades asociadas como conciertos, performances, talleres, ciclos audiovisuales y charlas, reforzando nuevamente la apertura al diálogo y la relación existente entre obra, artista y espectador. La Bienal se presentó como un hito dentro de la agenda cultural nacional, y dio la oportunidad de presentar al público obras y temáticas poco tradicionales por medio de obras novedosas y artistas poco reconocidos a escala local. La ocasión, sin duda, viene a suplir la falta de eventos de este tipo en nuestro país, destacando a los artistas nacionales que exploran la visualidad desde una estética diferente, así como traer al país obras que han sido premiadas en el extranjero.

La Bienal de Artes Mediales es posiblemente la única bienal que permanece vigente desde 1993, como continuadora de diferentes eventos previos. Es uno de los sucesos culturales más importantes que van quedando en Chile, considerando que, de hecho, es la única Bienal que se mantiene activa. Es un espacio de creación e interacción con el público, que no sólo permite la posibilidad de interactuar con las obras, sino que también se abre al diálogo y la discusión sobre lo que significa el arte hoy en día y la versatilidad de exploraciones estéticas de lo que se exhibe. Con una clara identificación de las propuestas expuestas en referencia a la Torre de Babel, el hincapié se concentra en los recursos actuales como internet, que se ha posicionado como un espacio en el que conviven diferentes puntos de vista y lenguas que permiten establecer conexiones sin importar los contextos o lenguas. Es necesario para el desarrollo artístico de nuestro país una instancia de este tipo, el escenario actual en el Arte internacional promueve el intercambio fluido y comunicativo entre obra-creador y público. Es por eso que no se puede dejar de lado la oportunidad de convivir no sólo con trabajos de artistas extranjeros, pero también encontrarse con proyectos nacionales que son muchas veces desconocidos para el espectador.