Chile | Pintura | Francisco Peró

El hiperrealismo como una pregunta

El hiperrealismo de Francisco Peró deambula en la gran pregunta entre la tensión de la forma y el contenido. La sociedad contemporánea es su objeto de estudio constante, en donde –a través de la pintura– problematiza ciertas figuras e imaginarios del presente.

Su obra es más bien una pregunta que está conformada por siluetas y una pintura que aborda tanto a cuerpos como a animales en una taxidermia bidimensional, los grandes formatos de su propuesta visual transitan constantemente en la espectacularidad del trazo hiperrealista.

El trabajo autoral lo ha construido entre residencias artísticas, exposiciones colectivas y su asociación con la Galería de Isabel Aninat que lo mantiene activo en ferias trascendentales para el arte contemporáneo en Latinoamérica y el resto del mundo, por su presencia en ferias como arteBA, Just Mad o Summa Madrid, entre otras. Mientras que en su obra, objeto y fondo son importantes, junto al vacío que desea complementar con lo alegórico y con ciertos atisbos extraídos de la realidad, y que Peró inserta a modo de collage en su obra pictórica.

Transacción de siluetas se denomina el texto creado por el curador Rodolfo Andaur y que retrata de manera idónea la obra de Peró, la cual sitúa a veces en bastidor, a veces en siluetas a la imagen, que es su tema central. La pintura, si bien no queda relegada, es un medio que su obra critica constantemente: “Creo que el arte contemporáneo se trata de plantear preguntas más que respuestas, se puede observar a la pintura como un medio, no un discurso en sí mismo –explica el artista–. Sí, me interesa mucho la pintura que parece otra cosa, que el público piense que es un collage, o calcamonedas, y en el fondo es pintura, me gusta el ‘engaño’. Una de las posibilidades de la pintura es la transformación justamente a esta sensación de confusión visual, algo que parece que pero que, luego, en una segunda mirada cambia su relato”.

La pintura hiperrealista de Francisco Peró no está al servicio de la pintura en sí misma, sino del proceso de la imagen, entendiendo por ello los discursos contenidos en su obra, la tensión de una idea. Por eso su trabajo no presenta lo que se cree ver. Las figuras son el marco de otras imágenes que generan un relato no lineal y crítico, así, la silueta de dos hombres es rellenada por la figura de militares, y dos tigres se enfrentan dualmente, mientras dentro de uno de ellos se vislumbran a jóvenes en una galería de arte, el contrapunto entre forma y artificio se compone como una incertidumbre para el público: “Mi pintura no presenta lo que en una primera mirada se muestra en la imagen, soy una persona muy inquieta, eso se traduce en mi trabajo visual. Ahora estoy desglosando las siluetas, haciendo alusión a la condición dual forma/contenido de la cual tomo su forma pero no su contenido, en estas se desprenden dos relatos de una misma imagen;  la lucha de dos tigres y  personas desvinculadas que miran ferias de arte. La silueta como objeto vacío es rellenado con estas imágenes modificando el sentido de su forma y el vacío que la envuelve será por contraste dando cuenta del conflicto entre lo lleno y lo vacío…”, comenta.

Francisco Peró comenzó a abandonar el bastidor y a crear formas que hablaran de cosas concretas pero con un discurso no lineal, la sinergia es un gran concepto de estrategia visual que presenta y representa en su obra. Sin duda cree que el todo, es mayor que la suma de sus partes. Su trabajo Eutopía, vincula esta idea que deja de lado lo irrealizable, por lo concreto de lo hiperrealista que apela a que el espectador se pregunte constantemente sobre esta tensión entre forma y fondo. Actualmente su obra abandona, incluso, el escenario más convencional de la pintura para situar la pincelada en otros objetos que generen un diálogo desde la incertidumbre con el público. “Mi necesidad se ha hecho más latente aún, al punto de abandonar el bastidor y empezar a trabajar en estas siluetas en acrílicos y ponerlos sobre la muralla sin este mismo armazón que soporta la idea. (…) El bastidor cierra mucho, la pintura se sigue viendo como en siglo XX y hacia atrás, ahora estamos con mucha más tecnología, más información y más imágenes, el bastidor ya comienza a sobrar, no quiero decir que sea incorrecto pero a título personal creo que cierra mucho. Me interesa la idea de esa pintura que no parece pintura”, profundiza Francisco Peró.

Actualmente en el taller del pintor chileno Eugenio Dittborn, en Santiago de Chile, se reúne con otros pintores contemporáneos en donde se discute constantemente sobre los devenires actuales del arte, sus conceptos claves y el rol del método científico en la producción visual.  Francisco Peró, en este sentido, se plantea como una investigación visual constante, en donde la pregunta tiene mayor énfasis que la respuesta, y en donde la pintura es el medio para interpelar al espectador: “Siempre estoy tratando de investigar y de llegar a la raíz de algo, a la raíz de las respuestas, tratando de articular imágenes que generan relatos. Así surge este mapa de imágenes, y se descompone el discurso de la linealidad, a la hora de componer imágenes”, explica.

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