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Por: Gonzalo Medina / Chile.

Imágenes cortesia del artista.

El concepto del viaje es trascendental en su obra fotográfica que busca, desde el trabajo de observación y diálogo con las culturas que visita, generar retratos que tengan énfasis en mostrar ciertas realidades de carácter étnico y también personal. Cecilia actualmente trabaja en su exposición «Mírame a los ojos», que se exhibirá durante todo septiembre en la Corporación Cultural de las Condes (CLAC) en donde el retrato y el video serán invitaciones constantes a viajar a la intimidad de mirarse a los ojos.

«No saco retratos de alguien en la calle que no conozco o no le hablo, en cada uno de esos registros hay una conexión personal».

Cecilia retrata a los habitantes del planeta, de la forma más cercana que encuentra, entramando el concepto de lo espectacular, cuestionando el rol del fotógrafo y a la vez, siendo un puente que, a través de la imagen, dé valor a ciertos testimonios de carácter cultural y étnico. Porque Cecilia cree que lo importante en la fotografía es: “generar un escenario interesante, lo que ves y lo que sientes, y cómo lo transmites, no sólo cómo lo presentas. El trabajo artístico del fotógrafo es cómo lo hizo él o ella para comunicarse, y cómo lo dijo, y qué quiso decir. A la larga el fotógrafo es un mensajero, no es sólo artista. Más allá de la imagen generalmente es el mensaje. Eres mensajero de algo, de la belleza, de la pobreza, de la realidad cruda”.

© Cecilia Guridi

© Cecilia Guridi

Lo étnico emerge como tema trascendental al momento de generar la pregunta ¿qué fotografiar? O ¿por qué la fotografía como lenguaje? Cecilia Guridi propone una revisión que, desde el registro, busca plasmar ciertas vivencias que sólo se pueden percibir a través de la mirada. “Desde que soy chica tuve una cámara en mis manos, tendía a sacarle fotos a mi gente, a mis amigos, a la familia. Los paisajes me han motivado siempre porque hay demasiada belleza en este mundo, pero en esa época no viajaba tanto ni recorría Chile, como otros artistas, y me tocaba abocarme a retratar a los cercanos. u otros objetos. Me interesa revelar algo, la alegría, la pobreza, algo más allá del ser humano, la realidad del entorno, pero más que todo lo que refleja la mirada”, explica la artista, que retrata a todas las personas que de alguna manera la han cautivado. “No saco retratos de alguien en la calle que no conozco o no le hablo, en cada uno de esos registros hay una conexión personal: un diálogo, una sonrisa, y nunca la foto para mí ha sido el registro o la captura en sí misma. Por ejemplo, en Camerún, tuvimos que parar a un pueblo y estuvimos horas, jugué toda la tarde con unos niños a la escondida, bailamos, y al final les tomé las fotos. La idea es pararme desde la caja negra y sacar la foto pero, además, es muy importante tratar de generar una relación, que sepan de dónde soy y cómo llegué hasta allí”, señala.

El retorno

En septiembre regresa a Chile para inaugurar, en la Corporación Cultural de las Condes, su nueva exposición Mírame a los ojos, curada por Fernando Moya y Paulina Paredes, la cual reúne 20 fotografías ampliadas, y 46 proyectadas, que van de la mano de un trabajo que cuestiona el rol de la imagen en la conformación de la cultura y de la etnicidad.

© Cecilia Guridi

© Cecilia Guridi

La exposición no sólo remite al soporte, la fotografía y al registro, sino también busca inspirar a viajar, a relacionarse con el planeta. “Esta exposición invita al viaje. No sólo muestra lugares exóticos, sino que muestra lo que sucede con estos personajes, es un llamado a levantar la vista, a dejar de caminar mirando el suelo, porque la vida corre, y quiero que la gente deje de mirar su dispositivo electrónico y  mire a los ojos a los habitantes del mundo”, relata Cecilia, mientras explica que para lograr esta relación de intimidad la exposición contará con la música que ha traído de los países en los que ha estado, y que también ha sido recomendada por personas de los respectivos países, pero sobre todo: “música que he recatado de los países visitados”, explica.

La exposición exhibirá fotos tomadas en 16 países, y en lugares exóticos como el valle de M’Zab en el Sahara; Petra en Jordania; la tribu Padang de Myanmar; Kashgar; China Oriente y Camerún; las ruinas de Merv en Turkmenistan; e incluso fotografías de Valparaíso, en Chile. Diversos lugares exóticos, viajes y la humanidad de sus habitantes compilados en retratos honestos. “En la mitad del desierto te encuentras con un oasis, con ciudades medina, construidas con muros cerradas, que por miles de años han existido, amuralladas, en una especie de encarcelamiento que sin duda influye en sus culturas, y yo quiero retratar esas miradas”, finaliza la fotógrafa.