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Imágenes cortesia del artista.Era tercero medio y una joven Lisset San Martín aun no sabía a qué dedicar su vida. Fue entonces que un profesor le planteó la idea de dedicarse al arte. Desde ese momento la vida de esta pintora chilena da un vuelco y decide enfocar su mundo al de las artes visuales.Lissanmar, su nombre artístico, comienza entonces un recorrido que la lleva a estudiar la carrera de Arte en la Universidad de Concepción además de cursar estudios de diseño gráfico. Su pintura hace poco se ha dado a conocer al público, a pesar de tener varios años de carrera y de tener varias obras en manos de coleccionistas privados.

Para la pintora, que actualmente reside en Rancagua, lo que más la cautiva del arte es el poder expresar, en un espacio bidimensional, un infinito de posibilidades para dar a conocer al público. Lissanmar también cuenta que le atrae: “lo maravilloso que es sacar a relucir un mundo absolutamente tuyo en una imagen única e irrepetible.” La obra de Lisset pasea por el mundo consiente e inconsciente, como ella expresa: “todos estamos unidos,  y aquellas formas que en algunas ocasiones son absolutamente espontaneas para mí, logran conectarse con otros e identificarse y es, precisamente,  ahí donde el receptor le da vida a la pintura.”

No se enfoca demasiado en el mostrar una idea concreta en sus pinturas. Lissanmar deja que estas jueguen en el inconsciente de las personas y que así cada una pueda tener una impresión personal de lo que observa. “Me gusta muchísimo conocer el mundo de cada persona a través de mi trabajo, que se den el tiempo para especular lo que  allí observan y comprender hasta qué punto estamos conectados”.

© Lisset San Martín

© Lisset San Martín

La artista nacional mezcla en su obra rigor y libertad, como ella prefiere decirlo: “me gusta la libertad que proporciona la pintura, la expresión de las pinceladas y texturas, pero a su vez intento dejar un punto de calma y armonía, y eso por lo menos, yo lo consigo con destreza técnica”.

Cuando pone en la balanza escuela y autonomía, la artista es clara al decir que 30 por ciento de la primera y lo que sobra es para el trabajo aprendido por uno mismo. “Tu naces con un filtro abierto que te permite fluir en función del arte y plasmarte, pero la escuela cumple la función de traductor, forma la parte técnica que necesitas para que esa comunicación sea más clara”.

Para Lissanmar, quien admira la obra de Roberto Matta, Vincent van Gogh y el artista Julio Jeanmaire (artista de la región de O’higgins), todas las lecciones aprendidas a lo largo de su carrera tienen igual importancia, tomando incluso las frustraciones como algo de lo que sacar cosas positivas. Con su familia como pilar fundamental, Lisset San Martin espera: “no perder jamás el encanto por la pintura y que eso se trasmita en mi”, además de que su obra sea reconocida a simple vista.

Actualmente la artista visual está enfocada en un trabajo que incluye su lado femenino, pero recalca: “proyectada en aquellas mujeres importantes que han formado parte de mi vida y crecimiento… creo que es primera vez que incluiré ilustración evidente en mi trabajo”.

© Lisset San Martín

© Lisset San Martín